Entrando de lleno en los usos citados anteriormente, se podrÃan englobar en cuatro frentes de actuación destacados, aunque todos ellos estén relacionados.
Control de la salud de los pacientes
Como no puede ser de otro modo, el empleo de drones para analizar el estado de salud de las personas es el más relevante, ya que no solo son capaces de realizar controles térmicos, sino que además llegan a interpretar cualquier posible sÃntoma.
En este sentido, proyectos como Vital Intelligence son capaces de realizar la medición de la temperatura, del ritmo cardÃaco y de la frecuencia respiratoria de una persona a distancia. De este modo, eliminan el riesgo que corre cualquier sanitario cuando tiene que realizar esta tarea.
Asà pues, los proyectos de este tipo no solo facilitan la atención de los enfermos que residen en áreas poco pobladas, de difÃcil acceso o con menores recursos médicos, sino que además resultan muy útiles para detectar a posibles enfermos en zonas urbanas donde tienda a acumularse gentÃo.
Cabe señalar al respecto que la tecnologÃa no deja de evolucionar y este tipo de drones disponen de sensores inteligentes que pueden desentrañar acciones como toser o estornudar. Y esto es solo el principio, ya que los avances que se están realizando en Inteligencia Artificial podrÃan llegar a la detección de emociones, aunque ese es un ámbito en el que se está trabajando y donde habrá que que tener en cuenta todo tipo de consideraciones éticas y legales.
EnvÃo de medicamentos
El segundo gran uso que se le está dando a los drones es el de transportar medicamentos. En este caso, también son los aliados perfectos para llevar medicinas y tests de COVID-19 a zonas en las que el riesgo de contagio es muy elevado o, como se ha mencionado anteriormente, a lugares de difÃcil acceso.
El objetivo no es otro que eliminar la posibilidad de contagio por parte de los sanitarios, ya que su trabajo y exposición diarios ya son suficientemente crÃticos. Esta práctica ha sido utilizada en China, siendo especialmente relevante el trabajo realizado en el Hospital de Xinchang, que estaba conectado mediante estos aparatos con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Zhejiang, facilitando el transporte de medicamentos y ganando tiempo, dado que por aire el recorrido de la distancia entre ambos puntos se dividÃa casi por seis.
En el caso de envÃo de material, el uso de drones no es una novedad, ya que grandes compañÃas dedicadas al comercio online ya los estaban utilizando en algunas demarcaciones. En este caso, como comprobaremos más adelante, la normativa legal sigue teniendo mucho que decir.
Desinfección
El tercer gran uso de los drones pasa por desinfectar grandes áreas de un modo sencillo y ágil. Al igual que en la entrega de productos, estos dispositivos ya eran sumamente prácticos en la desinfección de zonas agrÃcolas y lugares de acceso complicado. Pues bien, esto se ha extendido a las poblaciones, de manera que se consigue evitar la intervención humana en los lugares más conflictivos. Un ejemplo de ello lo hallamos en España donde el Batallón de Transmisiones de la UME (Unidad Militar de Emergencia) ha estado utilizando drones para la limpieza y desinfección.
Control de la población
Estos drones también tienen otra labor: la de controlar que se está respetando la normativa excepcional surgida para detener la pandemia. Y al igual que España, en paÃses como Marruecos, Estados Unidos o China, por poner solo algunos ejemplos, los drones se han convertido en una herramienta perfecta para detectar con facilidad a las personas que no están cumpliendo con las normas y, por consiguiente, poniendo en peligro a la población.
Generalmente, los dispositivos se limitan a monitorizar a la población y avisar de alguna práctica indebida mediante altavoz. Eso sÃ, ya existen modelos que se utilizan para conocer los parámetros de salud de cada persona (temperatura, frecuencia cardiacaâ¦) y medir si el distanciamiento con respecto a sus semejantes es el adecuado.